Una noche sin nada importante que hacer convencí a Manja
para ir a probar este sitio.
Al principio nos costó encontrarlo puesto que hacía mucho
que fui y solo lo hice una vez, a demás, su nombre difícil de recordar, no
ayudó en la búsqueda.
Por un afán u otro,
conseguimos encontrarlo y disfrutar de sus hamburguesas.
La decoración es la típica decoración sobrecargada de los
pequeños restaurantes ingleses y la apariencia exterior como podéis ver, también
se les asemeja.
Las hamburguesas tenían un sabor especial y tardaron realmente
poco en servirlas, vienen acompañadas de patatas tipo chip.
La carta (Que en otra ocasión haremos una foto para
colgarla) se queda un poco corta, hay variedad de hamburguesas y perritos así
como sándwiches variados pero en cuanto a entrantes y postres se queda todo un
pelín justo.
En cuanto a precio, este local ofrece productos a un precio
muy competitivo, no fue nada caro en función de la calidad ofrecida.
En resumen, una velada agradable donde las hamburguesas
estaban muy apetecibles en un ambiente muy acogedor.
Punto positivo: Relación calidad precio.
Punto negativo: Pocos postres y entrantes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario